Cómo reducir el consumo de energía en casa
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Baje el termostato de las habitaciones a 20 °C. La temperatura de los pasillos y los dormitorios debe ser más fría, idealmente entre 15-18°C. Puedes reducir la factura de la calefacción en un 10% bajando la temperatura de la habitación un solo grado.
La mayor parte de la energía que utilizan el lavavajillas y la lavadora es para calentar el agua. Utilízalos a una temperatura más baja y ahorra en gastos de energía. Lava la ropa a 30 °C si no está muy sucia.
Ajusta el horario de encendido y apagado de la calefacción para que se adapte a tu rutina diaria. Los radiadores seguirán calentando la casa durante un tiempo después de apagar la calefacción. Así que pruebe esto, encienda la calefacción 30 minutos antes de que la necesite y apáguela 30 minutos antes de que ya no la necesite.
Muchos propietarios están invirtiendo en controles de calefacción más inteligentes. A menudo se los ofrece su proveedor de energía. Controlan tanto la hora como la temperatura y son fácilmente programables según sus rutinas diarias y semanales, todo ello desde su smartphone. Incluso ofrecemos una subvención de 700 euros para ayudarle a financiar esta actualización. Visite nuestra página sobre subvenciones para la mejora de la calefacción para obtener más información sobre cómo solicitarlas.
Ejemplos de ahorro de energía
En esencia, el ahorro de energía es la práctica de utilizar menos energía para reducir los costes y el impacto medioambiental. Esto puede significar el uso de menos electricidad, gas o cualquier otra forma de energía que se obtenga de la empresa de servicios públicos y se pague por ella. Dado que los recursos energéticos disponibles en nuestro planeta son finitos, conservar activamente la energía siempre que sea posible es beneficioso para el individuo y para nuestros sistemas energéticos más amplios.
Mientras que la conservación de la energía es la práctica de intentar usar menos energía por razones de coste y medioambientales, la eficiencia energética significa usar productos específicos diseñados para usar menos energía. Estos dos conceptos son intrínsecamente similares, pero implican métodos diferentes. Algunos ejemplos de conservación de la energía son el uso de electrodomésticos inteligentes y de bombillas de bajo consumo en el hogar.15 formas de ahorrar energía y electricidad
1. Para reducir el consumo de energía en el hogar y aumentar el ahorro energético, no es necesario salir a comprar productos energéticamente eficientes. El ahorro de energía puede ser tan sencillo como apagar las luces o los electrodomésticos cuando no los necesite. También puede utilizar menos los electrodomésticos que consumen mucha energía realizando las tareas del hogar de forma manual, como colgar la ropa en lugar de meterla en la secadora o lavar los platos a mano.
Escribe un discurso sobre el ahorro de energía en casa
Mucha gente se queja de las elevadas facturas de energía, pero lo curioso es que es muy fácil reducirlas. Reducir el consumo de energía en casa puede ser tan sencillo como introducir unos pequeños cambios en tu comportamiento.
Un enorme 75% del consumo de electricidad utilizado para alimentar aparatos electrónicos se produce cuando están apagados. Minimizar estas “cargas fantasma” desenchufando los aparatos cuando no se utilizan, o utilizando una placa de alimentación que los apague, puede ahorrar entre un 5 y un 10% del consumo total de energía.
Cuando compre nuevos electrodomésticos, asegúrese de elegir productos con una alta calificación de estrella energética. Aunque pueden costar un poco más, pueden utilizar entre un 20 y un 50% menos de energía que los modelos convencionales, lo que compensará su ahorro en poco tiempo.
Los pequeños huecos o grietas de la casa pueden provocar fugas de aire. Sellarlas puede suponer un ahorro de hasta el 10% en la factura energética. Empieza por las ventanas y las puertas, ya que son las zonas de mayor fuga de aire, pero si tienes mucho interés, llama a un auditor energético para que evalúe tu casa. Cerrar las cortinas también ayuda a reducir las corrientes de aire.
Cómo ahorrar energía en la escuela
Ajusta la temperatura del frigorífico a 4-5 grados y la del congelador entre -15 y -18 grados. Mantén los frigoríficos y congeladores en un lugar fresco y bien ventilado, lejos del horno y del sol, para ahorrar electricidad. Mantén un espacio de cinco centímetros alrededor de tu nevera para que el aire pueda circular libremente.
Utiliza un tendedero en lugar de una secadora siempre que sea posible. Utiliza la secadora sólo con la carga completa y cuando la ropa esté bien escurrida primero. La ropa nunca debe introducirse en la secadora empapada. Mantenga limpio el filtro de pelusas.