Energía alternativa
La energía renovable está en auge, ya que la innovación reduce los costes y empieza a cumplir la promesa de un futuro energético limpio. La generación solar y eólica de Estados Unidos está batiendo récords y se está integrando en la red eléctrica nacional sin comprometer la fiabilidad, lo que significa que las energías renovables están desplazando cada vez más a los combustibles fósiles “sucios” en el sector energético, ofreciendo la ventaja de reducir las emisiones de carbono y otros tipos de contaminación. Pero no todas las fuentes de energía comercializadas como “renovables” son beneficiosas para el medio ambiente. La biomasa y las grandes presas hidroeléctricas plantean difíciles compensaciones si se tiene en cuenta el impacto en la vida silvestre, el cambio climático y otras cuestiones. Esto es lo que debes saber sobre los diferentes tipos de fuentes de energía renovables y cómo puedes utilizar estas tecnologías emergentes en tu propia casa.
Energía solarLos humanos llevan miles de años aprovechando la energía solar para cultivar, calentarse y secar alimentos. Según el Laboratorio Nacional de Energías Renovables, “en una hora cae sobre la Tierra más energía del sol que la que utilizan todas las personas del mundo en un año”. Hoy en día, utilizamos los rayos del sol de muchas maneras: para calentar casas y negocios, para calentar agua y para alimentar dispositivos.
Futuras energías renovables
La energía limpia es una energía en pleno desarrollo para cumplir con nuestro deseo actual de conservar el medio ambiente y hacer frente a la crisis de los combustibles no renovables. Sin contaminación ni residuos, hay diferencias entre las energías limpias y las renovables, como explicaremos más adelante.
Ante la emergencia climática y la crisis energética que amenaza al planeta, tenemos el deber de encontrar soluciones y aplicar políticas y medidas para hacer frente a estos problemas. Una forma muy eficaz y eficiente de hacerlo es invirtiendo en energías limpias, como explicaremos en detalle más adelante.
Las energías limpias proceden de sistemas de generación que no producen ningún tipo de contaminación, especialmente gases de efecto invernadero como el Co2, causantes del cambio climático. Por tanto, la energía limpia -en pleno desarrollo- impulsa los avances para conservar el medio ambiente y paliar la crisis con los combustibles no renovables, como el gas y el petróleo.
La energía limpia y la energía renovable son dos conceptos que se agrupan, pero no son lo mismo y es importante entender la diferencia. La primera diferencia es la contaminación que provocan. Es posible que no te des cuenta de que las energías renovables pueden causar contaminación.
Ejemplos de energía sostenible
La tecnología para utilizar las fuerzas de la naturaleza para hacer el trabajo de abastecer las necesidades humanas es tan antigua como el primer barco de vela. Pero la atención se desvió de las fuentes renovables a medida que la revolución industrial avanzaba sobre la base de la energía concentrada encerrada en los combustibles fósiles. A ello se sumó el creciente uso de la electricidad reticulada basada en los combustibles fósiles y la importancia de las fuentes de energía portátiles de alta densidad para el transporte: la era del petróleo.
A medida que aumentaba la demanda de electricidad, con un suministro que dependía en gran medida de los combustibles fósiles más algo de energía hidráulica y luego de energía nuclear, surgió la preocupación por las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que contribuían al posible calentamiento global. La atención volvió a centrarse en las enormes fuentes de energía que surgen a nuestro alrededor en la naturaleza: el sol, el viento y los mares en particular. Nunca se dudó de la magnitud de éstas, el reto fue siempre aprovecharlas para satisfacer la demanda de electricidad fiable y asequible.
Hoy en día, muchos países están muy avanzados en el cumplimiento de ese reto, al tiempo que prueban los límites prácticos de hacerlo a partir de la energía eólica y solar (energía renovable variable, ERV). La naturaleza relativamente diluida de la eólica y la solar hace que su aprovechamiento sea muy intensivo en materiales, muchas veces más que el de las fuentes de energía densas.
Recursos renovables
La inversión en energía limpia debe ir de la mano de la eficiencia y el ahorro energéticos. Las soluciones innovadoras pueden cambiar fundamentalmente la forma en que producimos, almacenamos, transportamos y utilizamos la energía. La transición de los combustibles fósiles a las energías renovables y limpias puede afectar a corto plazo a las comunidades que dependen de los combustibles fósiles. Con políticas específicas e inversiones en nuevas competencias profesionales, la energía limpia puede ofrecer nuevas oportunidades económicas.
La energía en la forma en que se extrae casi siempre necesita ser transformada en un combustible adecuado para su uso. Por ejemplo, la energía eólica o la energía solar necesitan ser convertidas en electricidad antes de que podamos utilizarlas. Del mismo modo, el petróleo crudo extraído del suelo se transforma en gasolina y gasóleo, queroseno, combustible para aviones, gas licuado de petróleo, electricidad, etc., antes de poder utilizarlo en aviones, coches y hogares.
Una parte de esta energía potencial inicial se pierde en el proceso de transformación. Incluso en el caso del petróleo crudo, que tiene una mayor densidad energética ([1]) que la mayoría de los combustibles convencionales, sólo se puede transformar en electricidad alrededor del 20% de este potencial.