Función de la energía hidroeléctrica
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Este artículo necesita ser actualizado. El motivo es: Informe de la AIE 2021 https://www.iea.org/reports/hydropower-special-market-report. Por favor, ayude a actualizar este artículo para reflejar los acontecimientos recientes o la nueva información disponible. (Enero 2022)
La hidroelectricidad, o energía hidroeléctrica, es la electricidad producida a partir de la energía hidráulica. En 2020, la energía hidroeléctrica generó una sexta parte de la electricidad mundial, casi 4.500 TWh, más que todas las demás energías renovables juntas y también más que la energía nuclear[3].
La energía hidroeléctrica puede suministrar grandes cantidades de electricidad baja en carbono según la demanda, lo que la convierte en la clave de muchas redes eléctricas seguras y limpias[3]. Con una presa y un embalse es también una fuente flexible de electricidad, ya que la cantidad producida por la central puede variar hacia arriba o hacia abajo en segundos o minutos para adaptarse a los cambios en la demanda de energía. Una vez construido un complejo hidroeléctrico, el proyecto no produce residuos directos, y casi siempre tiene un nivel de producción de gases de efecto invernadero considerablemente menor que las centrales energéticas alimentadas por combustibles fósiles[4]. Sin embargo, cuando se construyen en zonas de selva baja, donde es necesario inundar una parte del bosque, pueden emitir cantidades importantes de gases de efecto invernadero.
Energía hidroeléctrica Alemania
La ventaja que ofrece la energía hidroeléctrica sobre la eólica y la solar es que el proceso de generación de electricidad puede controlarse más fácilmente en función de la cantidad de electricidad que se necesite en cada momento. Los embalses de agua en altura también pueden servir para almacenar energía. Si hay un excedente de electricidad, el agua se bombea a un nivel superior. Cuando se necesita electricidad, el agua desciende a un nivel inferior y se conduce a través de una turbina. Estas características son muy beneficiosas para la estabilidad del suministro eléctrico en el conjunto del sistema.
El coste de la inversión en centrales hidroeléctricas puede amortizarse al cabo de pocos años. En los emplazamientos existentes, a menudo merece la pena considerar una actualización y aumentar la capacidad de las turbinas mediante una repotenciación. Al igual que la energía eólica, las centrales hidroeléctricas tienen una potencia mínima relativamente alta. Por lo tanto, son las más adecuadas para aplicaciones a gran escala. Sin embargo, también existen soluciones adecuadas para necesidades menores.
Las empresas alemanas llevan más de 100 años desarrollando, construyendo y explotando centrales hidroeléctricas. En todo el mundo, al menos la mitad de las centrales hidroeléctricas se basan en tecnología alemana.
Artículo sobre la energía hidráulica
Representantes de más de 170 países llegaron a un consenso en la Máxima Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible, en Johannesburgo (2002), y en el III Foro Mundial del Agua, en Kioto (2003): toda la generación hidroeléctrica es renovable y merece el apoyo internacional. Lea, a continuación, las diez razones que les llevan a esta conclusión.
La hidroelectricidad utiliza la energía del agua corriente, sin reducir su cantidad, para producir electricidad. Por lo tanto, todos los aprovechamientos hidroeléctricos, de pequeño o gran tamaño, ya sean de pasada o de acumulación, encajan en el concepto de energía renovable.
Las centrales hidroeléctricas con embalses de acumulación ofrecen una flexibilidad operativa incomparable, ya que pueden responder inmediatamente a las fluctuaciones de la demanda de electricidad. La flexibilidad y la capacidad de almacenamiento de las centrales hidroeléctricas las hacen más eficientes y económicas para apoyar el uso de fuentes intermitentes de energía renovable, como la energía solar o la eólica.
El agua de los ríos es un recurso doméstico que, al contrario que el combustible o el gas natural, no está sujeto a las fluctuaciones del mercado. Además, es la única gran fuente renovable de electricidad y su relación coste-beneficio, eficiencia, flexibilidad y fiabilidad ayudan a optimizar el uso de las centrales térmicas.
Central hidroeléctrica
La energía hidroeléctrica (del griego: ὕδωρ, “agua”), también conocida como energía hidráulica, es el uso de agua que cae o corre rápidamente para producir electricidad o para hacer funcionar máquinas. Esto se consigue convirtiendo la energía potencial gravitacional o cinética de una fuente de agua para producir energía[1] La energía hidráulica es un método de producción de energía sostenible.
Desde la antigüedad, la energía hidráulica procedente de los molinos de agua se ha utilizado como fuente de energía renovable para el riego y el funcionamiento de dispositivos mecánicos, como parrillas, aserraderos, fábricas textiles, martillos neumáticos, grúas de muelle, ascensores domésticos y molinos de mineral. El trompo, que produce aire comprimido a partir de la caída del agua, se utiliza a veces para alimentar otra maquinaria a distancia[2][1].
La energía hidráulica es una alternativa atractiva a los combustibles fósiles, ya que no produce directamente dióxido de carbono ni otros contaminantes atmosféricos y proporciona una fuente de energía relativamente constante. No obstante, tiene inconvenientes económicos, sociológicos y medioambientales y requiere una fuente de agua suficientemente energética, como un río o un lago elevado[3]. Instituciones internacionales como el Banco Mundial consideran la energía hidroeléctrica como un medio de desarrollo económico con bajas emisiones de carbono[4].