Energía eléctrica
La electricidad es una parte esencial de la vida moderna, tan vital que la mayoría de nosotros no puede imaginar una vida sin ella. Pero, sorprendentemente, sólo lleva poco más de un siglo siendo un aspecto cotidiano de nuestras vidas.
En 1752, cuando Benjamín Franklin demostró que el rayo era eléctrico con su famoso experimento de la cometa, la gente no podía ni imaginar las muchas comodidades y lujos que la electricidad traería a los siglos XX y XXI.
La primera documentación de la historia de la electricidad se remonta al año 500 a.C., cuando Tales de Mileto descubrió la electricidad estática frotando pieles en el ámbar. Pero no fue hasta dos mil años después, en la década de 1600, cuando el médico y físico inglés William Gilbert publicó las primeras teorías sobre la electricidad en su libro De Magnete. El siguiente texto importante sobre la electricidad, Experiments and Notes about the Mechanical Origin or Production of Electricity, fue publicado en 1675 por el químico y físico inglés Robert William Boyle.
Sin embargo, la exploración de la electricidad subió de nivel durante el siglo siguiente y las cosas empezaron a calentarse. A principios del siglo XVIII -décadas antes de la cometa de Franklin- el científico inglés Francis Hauksbee fabricó una bola de cristal que brillaba al frotarla mientras experimentaba con la atracción y la repulsión eléctricas. El resplandor era lo suficientemente brillante como para leer, y este descubrimiento acabaría dando lugar a la iluminación de neón unos siglos más tarde.
Campo eléctrico
La electricidad es el conjunto de fenómenos físicos asociados a la presencia y el movimiento de la materia que tiene una propiedad de carga eléctrica. La electricidad está relacionada con el magnetismo, ya que ambos forman parte del fenómeno del electromagnetismo, descrito por las ecuaciones de Maxwell. Varios fenómenos comunes están relacionados con la electricidad, como los rayos, la electricidad estática, el calentamiento eléctrico, las descargas eléctricas y muchos otros.
Cuando una carga se coloca en un lugar con un campo eléctrico distinto de cero, una fuerza actuará sobre ella. La magnitud de esta fuerza viene dada por la ley de Coulomb. Si la carga se mueve, el campo eléctrico estaría realizando un trabajo sobre la carga eléctrica. Así pues, podemos hablar de potencial eléctrico en un punto determinado del espacio, que es igual al trabajo realizado por un agente externo al transportar una unidad de carga positiva desde un punto de referencia elegido arbitrariamente hasta ese punto sin ninguna aceleración y que se suele medir en voltios.
Los fenómenos eléctricos se han estudiado desde la antigüedad, aunque los avances en la comprensión teórica fueron lentos hasta los siglos XVII y XVIII. La teoría del electromagnetismo se desarrolló en el siglo XIX y, a finales de ese siglo, los ingenieros eléctricos comenzaron a utilizar la electricidad en el ámbito industrial y residencial. La rápida expansión de la tecnología eléctrica en esta época transformó la industria y la sociedad, convirtiéndose en una fuerza impulsora de la Segunda Revolución Industrial. La extraordinaria versatilidad de la electricidad permite utilizarla en un conjunto casi ilimitado de aplicaciones, como el transporte, la calefacción, la iluminación, las comunicaciones y la informática. La energía eléctrica es hoy la columna vertebral de la sociedad industrial moderna[1].
Corriente eléctrica
La electricidad es una parte tan fundamental de la existencia moderna que es difícil imaginar la vida sin ella. Sin embargo, la electricidad, tal y como la conocemos hoy, está todavía en pañales. Aunque los seres humanos han tenido algún concepto de la electricidad desde hace al menos un par de miles de años, sólo en el último siglo hemos sido capaces de aprovechar la electricidad como fuente de energía y utilizarla para alimentar nuestros hogares y negocios. ¿Listo para una rápida lección de historia? En esta entrada del blog, vamos a hacer un rápido viaje en el tiempo para explorar la evolución de la electricidad. Dónde empezó todoMientras tanto, en Nueva Zelanda… Echa un vistazo a esta entrada del blog para saber más sobre cómo Nueva Zelanda genera y distribuye la electricidad. Mirando al futuroNo hubo un momento singular que condujera al descubrimiento de la electricidad. Nuestra comprensión de la electricidad es el resultado de 300 años de investigación, desarrollo y la inquieta curiosidad de algunos de los mejores pensadores del mundo. Es fascinante mirar atrás y ver cómo ha evolucionado la electricidad a lo largo de los años, y es aún más emocionante pensar en lo que el futuro puede deparar a la industria eléctrica. Con precios competitivos y un fantástico equipo local de atención al cliente, Pulse Energy es la primera opción de proveedor de energía en Nueva Zelanda. Para saber cuánto podría ahorrar en su factura de electricidad, llámenos hoy mismo al 0800 785 733.
Quién inventó la bombilla
Desde hace miles de años, la gente de todo el mundo está fascinada por los rayos. Algunos se preguntaban cómo se podía dar un uso práctico a ese tipo de energía. Pero no fue hasta el siglo XVIII cuando empezó a tomar forma el camino hacia el uso cotidiano de la energía eléctrica.
Tal vez haya oído hablar del famoso experimento de la cometa del padre fundador e inventor estadounidense Benjamin Franklin. En 1752, para demostrar que los rayos eran eléctricos, hizo volar una cometa durante una tormenta.
Ató una llave metálica a la cuerda y, como sospechaba, la electricidad de las nubes de tormenta fluyó por la cuerda, que estaba mojada, y recibió una descarga eléctrica. Franklin tuvo mucha suerte de no haber resultado gravemente herido durante este experimento, pero estaba entusiasmado por haber probado su idea.
A lo largo de los siguientes cien años, muchos inventores y científicos trataron de encontrar la manera de utilizar la energía eléctrica para hacer luz. En 1879, el inventor estadounidense Thomas Edison consiguió por fin producir en su laboratorio una bombilla eléctrica fiable y de larga duración.