Impacto de las energías renovables
Los problemas energéticos y medioambientales están estrechamente relacionados, ya que es casi imposible producir, transportar o consumir energía sin un impacto medioambiental significativo. Los problemas medioambientales directamente relacionados con la producción y el consumo de energía son la contaminación atmosférica, el cambio climático, la contaminación del agua, la contaminación térmica y la eliminación de residuos sólidos. La emisión de contaminantes atmosféricos procedentes de la combustión de combustibles fósiles es la principal causa de la contaminación atmosférica urbana. La quema de combustibles fósiles es también el principal contribuyente a la emisión de gases de efecto invernadero. Diversos problemas de contaminación del agua están asociados al uso de la energía. Uno de ellos son los vertidos de petróleo. En todas las operaciones de manipulación del petróleo, existe una probabilidad finita de derramar petróleo en la tierra o en una masa de agua. La minería del carbón también puede contaminar el agua. Los cambios en el flujo de las aguas subterráneas producidos por las operaciones mineras suelen poner en contacto las aguas, que de otro modo no estarían contaminadas, con ciertos materiales minerales que se lixivian del suelo y producen un drenaje ácido de la mina. Los residuos sólidos son también un subproducto de algunas formas de uso de la energía. La minería del carbón requiere la extracción de grandes cantidades de tierra y de carbón.
Efecto del uso de la energía en el medio ambiente pdf
La economía de Estados Unidos consume más energía que casi cualquier otro país, con la excepción de China. Si se considera per cápita, Estados Unidos es el mayor consumidor de energía del mundo. Según la Administración de Información Energética del Departamento de Energía de Estados Unidos, el consumo medio de energía per cápita de Estados Unidos en 2018 fue de 309 millones de unidades térmicas británicas (BTU). Para un periodo de tiempo similar, el consumo per cápita de Nuevo Hampshire fue de 235 millones de BTU, lo que sitúa a Nuevo Hampshire en el puesto 41 en comparación con otros estados del país. Esta clasificación no se refiere al consumo de energía de los hogares, sino que tiene en cuenta el consumo total de energía de cada estado, incluida la fabricación intensiva que no tiene Nuevo Hampshire.
El consumo total de energía de Nuevo Hampshire ha descendido desde un pico de casi 450 billones de BTU (TBTU) a casi 370 TBTU en 2017. Este cambio se debe a una importante transformación en el sector eléctrico, ya que la generación a base de carbón y petróleo se sustituyó en gran medida por una generación de energía a base de gas natural más eficiente, y debido a la eficiencia energética que redujo la demanda general de electricidad. Se observaron reducciones más moderadas de energía en el sector del transporte y para el uso de energía directa en los edificios.
Definición de impacto ambiental
La energía para iluminar, calentar y refrigerar nuestros edificios, fabricar productos y alimentar nuestros sistemas de transporte procede de diversas fuentes naturales. El núcleo de la Tierra proporciona energía geotérmica. La atracción gravitatoria de la luna y el sol crean las mareas. El sol emite luz (radiación electromagnética), que crea viento, impulsa el ciclo del agua (hidrológico) y permite la fotosíntesis. Las plantas, las algas y las cianobacterias utilizan la energía solar para crecer y crear biomasa que puede quemarse y utilizarse para obtener biocombustibles, como madera, biodiésel y bioetanol. A lo largo de millones de años, la biomasa de los organismos fotosintéticos puede crear combustibles fósiles ricos en energía a través del proceso geológico de enterramiento y transformación mediante calor y presión.
En la figura se muestran los principales recursos energéticos utilizados en el mundo. La combinación de combustibles ha cambiado a lo largo de los años, pero en la actualidad predomina el petróleo, aunque la contribución del gas natural y la energía solar está aumentando. Las formas de energía renovables son aquellas fuentes que no pueden agotarse, como el agua, el viento, la energía solar y la biomasa. Alrededor del 85% de nuestra energía procede de combustibles fósiles no renovables: petróleo, gas natural y carbón. Todas las fuentes de energía tienen y algún coste medioambiental y sanitario, y la distribución de la energía no es equitativa entre todas las naciones.
Implicar el uso de la energía de forma que no afecte negativamente al medio ambiente
El sistema eléctrico estadounidense actual es una compleja red de centrales eléctricas, cables de transmisión y distribución y usuarios finales de electricidad. En la actualidad, la mayoría de los estadounidenses reciben su electricidad de centrales eléctricas centralizadas que utilizan una amplia variedad de recursos energéticos para producir electricidad, como el carbón, el gas natural, la energía nuclear o recursos renovables como el agua, el viento o la energía solar. Este complejo sistema de generación, suministro y usuarios finales suele denominarse red eléctrica.
La electricidad en Estados Unidos se genera utilizando diversos recursos. Los tres más comunes son el gas natural, el carbón y la energía nuclear. Algunas de las fuentes de mayor crecimiento son los recursos renovables, como la eólica y la solar. La mayor parte de la electricidad estadounidense se genera en centrales eléctricas centralizadas. Una cantidad mucho menor pero creciente de electricidad se produce a través de la generación distribuida: una variedad de tecnologías que generan electricidad en el lugar de uso o cerca de él, como los paneles solares in situ y la cogeneración de calor y electricidad. Más información sobre la generación centralizada y distribuida.