Electricidad EE.UU.
La producción y el uso de la energía tienen un impacto medioambiental significativo, siendo nuestra principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero. Los resultados del sector eléctrico están mejorando, mientras que las emisiones del transporte siguen aumentando.
Aproximadamente una cuarta parte de la demanda final se satisface con electricidad. El consumo total de electricidad de la red alcanzó su punto máximo en 2008-09 y ha ido disminuyendo en los últimos seis años, con una demanda actual cercana a los niveles de 2001-02. El consumo de electricidad de la red por persona alcanzó su máximo en 2007-08 y recientemente se ha situado muy por debajo de los niveles de 1997-98.
La producción y conversión de energía, como el carbón y el gas en electricidad en las centrales eléctricas y la energía utilizada en los sectores del transporte y la industria, son las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero, así como de contaminantes atmosféricos locales y regionales (véase el Tema 5: Emisiones de gases de efecto invernadero y el Tema 8: Calidad del aire). Las pérdidas de conversión de energía en la generación de electricidad son también muy importantes.
Las “energías renovables” incluyen la eólica, el bagazo, la solar, los residuos de madera y la hidroelectricidad. Sin embargo, esta fuente de datos no incluye estimaciones para la energía eólica, la energía solar fotovoltaica (FV), el calentamiento solar del agua, la energía solar térmica y otras fuentes de biomasa como el etanol, el biodiésel, el gas de vertedero, el licor negro (subproducto de las fábricas de celulosa), el gas de alcantarilla, los residuos alimentarios y los residuos sólidos municipales.
Uso excesivo de la electricidad Calentamiento global
El sistema eléctrico estadounidense actual es una compleja red de centrales eléctricas, cables de transmisión y distribución y usuarios finales de electricidad. En la actualidad, la mayoría de los estadounidenses reciben su electricidad de centrales eléctricas centralizadas que utilizan una gran variedad de recursos energéticos para producirla, como el carbón, el gas natural, la energía nuclear o recursos renovables como el agua, el viento o la energía solar. Este complejo sistema de generación, suministro y usuarios finales suele denominarse red eléctrica.
La electricidad en Estados Unidos se genera utilizando diversos recursos. Los tres más comunes son el gas natural, el carbón y la energía nuclear. Algunas de las fuentes de mayor crecimiento son los recursos renovables, como la eólica y la solar. La mayor parte de la electricidad estadounidense se genera en centrales eléctricas centralizadas. Una cantidad mucho menor pero creciente de electricidad se produce a través de la generación distribuida: una variedad de tecnologías que generan electricidad en el lugar de uso o cerca de él, como los paneles solares in situ y la cogeneración de calor y electricidad. Más información sobre la generación centralizada y distribuida.
Consumo mundial de energía
Independientemente de la fuente, la energía es un factor importante para el desarrollo. Es necesaria para el transporte, las actividades industriales y comerciales, los edificios y las infraestructuras, la distribución de agua y la producción de alimentos. La mayoría de estas actividades tienen lugar en las ciudades o en sus alrededores, que son responsables, por término medio, de más del 75% del Producto Interior Bruto (PIB) de un país y, por tanto, los principales motores del crecimiento económico mundial. Para llevar a cabo sus actividades, las ciudades necesitan un suministro ininterrumpido de energía. Consumen alrededor del 75% de la energía primaria mundial y emiten entre el 50% y el 60% del total de los gases de efecto invernadero del mundo.
Esta cifra se eleva a aproximadamente el 80% si se incluyen las emisiones indirectas generadas por los habitantes de las ciudades. Los edificios también consumen grandes cantidades de energía en todas las etapas de su existencia. La energía es necesaria para las materias primas, el proceso de construcción y el mantenimiento y las necesidades operativas diarias, como la iluminación, el aire acondicionado y la limpieza. Además, la expansión urbana, el aumento de las distancias entre los destinos y la ineficacia de los sistemas de transporte público hacen que se recurra en general al transporte privado motorizado, como los coches, que tienen un elevado consumo de energía, sobre todo de productos petrolíferos.
Efectos del uso excesivo de la energía
El mundo carece de alternativas energéticas seguras, bajas en carbono y baratas a gran escala para los combustibles fósiles. Hasta que no ampliemos esas alternativas, el mundo seguirá enfrentándose a los dos problemas energéticos actuales. El problema energético que recibe más atención es la relación entre el acceso a la energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero el mundo tiene otro problema energético global igual de grande: cientos de millones de personas carecen por completo de acceso a la energía suficiente, con terribles consecuencias para ellos mismos y para el medio ambiente.
El problema que domina el debate público sobre la energía es el cambio climático. Una crisis climática pone en peligro el entorno natural que nos rodea, nuestro bienestar actual y el de los que vengan después.
Este gráfico nos guiará en el debate sobre el problema energético mundial. Muestra las emisiones de CO2 per cápita en el eje vertical frente a la renta media de ese país en el eje horizontal.
En los países en los que la población tiene una renta media de entre 15.000 y 20.000 dólares, las emisiones de CO2 per cápita se acercan a la media mundial (4,8 toneladas de CO2 al año). En todos los países en los que la renta media de la población es superior a 25.000 dólares, las emisiones medias per cápita son superiores a la media mundial.