Oficina de energía nuclear
Las energías renovables se consideran, con razón, una baza en la lucha contra el cambio climático, ya que sólo emiten bajos niveles de gases de efecto invernadero. Sin embargo, la energía nuclear también es una energía baja en carbono, ya que emite 4 veces menos CO2 que la energía solar, 2 veces menos que la hidroeléctrica y la misma cantidad que la eólica. Entonces, ¿podría considerarse la energía nuclear como una energía renovable? Es una pregunta que merece la pena hacerse.
Una energía renovable se renueva constantemente. Se considera inagotable en el tiempo. Las fuentes de energía renovable -el sol, la tierra y el viento- son ciertamente inagotables, pero están disponibles de forma intermitente.En Francia, las energías renovables representaron el 27% del consumo de electricidad en 2020 (fuente: RTE). Aunque esta cifra es un récord, sigue siendo baja. El 10 de febrero de 2022, el presidente Macron anunció su intención de duplicar la producción de electricidad a partir de fuentes renovables de aquí a 2030 y “aumentarla aún más de aquí a 2050”. En el plan Francia 2030 se dedicarán 1.000 millones de euros a la innovación en energías renovables.Cinco tipos de energías renovables
Energía nuclear pdf
La energía nuclear es la segunda fuente de electricidad con bajas emisiones de carbono en la actualidad, con 452 reactores en funcionamiento que proporcionaron 2700 TWh de electricidad en 2018, o el 10% del suministro mundial de electricidad.En las economías avanzadas, la energía nuclear ha sido durante mucho tiempo la mayor fuente de electricidad con bajas emisiones de carbono, proporcionando el 18% del suministro en 2018. Sin embargo, la energía nuclear está perdiendo terreno rápidamente. Mientras que 11,2 GW de nueva capacidad nuclear se conectaron a las redes eléctricas a nivel mundial en 2018 -el total más alto desde 1990- estas adiciones se concentraron en China y Rusia.
La energía nuclear ha evitado alrededor de 55 Gt de emisiones de CO2 en los últimos 50 años, casi igual a 2 años de emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía. Sin embargo, a pesar de la contribución de la energía nuclear y el rápido crecimiento de las energías renovables, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía alcanzaron un récord en 2018, ya que el crecimiento de la demanda de electricidad superó el aumento de la energía baja en carbono.
En ausencia de nuevas ampliaciones de la vida útil y de nuevos proyectos, podrían producirse 4.000 millones de toneladas adicionales de emisiones de CO2, lo que subraya la importancia del parque nuclear para las transiciones energéticas bajas en carbono en todo el mundo. En las economías emergentes y en desarrollo, sobre todo en China, el parque nuclear proporcionará electricidad con bajas emisiones de carbono durante las próximas décadas, pero el parque nuclear de las economías avanzadas tiene una edad media de 35 años y muchas centrales se acercan al final de su vida útil. Sin embargo, el parque nuclear de las economías avanzadas tiene una media de 35 años y muchas centrales se acercan al final de su vida útil. Dada su antigüedad, las centrales están empezando a cerrar, y se espera que el 25% de la capacidad nuclear existente en las economías avanzadas se cierre para 2025. No obstante, siguen representando una importante inversión de capital. El coste estimado de ampliar la vida operativa de 1 GW de capacidad nuclear durante al menos 10 años oscila entre 500 millones de dólares y algo más de 1.000 millones de dólares, dependiendo del estado del emplazamiento.Sin embargo, las difíciles condiciones del mercado son un obstáculo para las inversiones de ampliación de la vida útil. Un periodo prolongado de precios bajos de la electricidad al por mayor en la mayoría de las economías avanzadas ha reducido drásticamente o eliminado los márgenes de muchas tecnologías, lo que hace que la energía nuclear corra el riesgo de cerrar antes de tiempo si se necesitan inversiones adicionales. Por ello, la viabilidad de las ampliaciones depende en gran medida de las condiciones del mercado nacional.
Tipo de energía nuclear
La capacidad de controlar las reacciones de fisión nuclear, en las que los átomos de elementos radiactivos como el uranio se dividen en átomos más pequeños y liberan energía en el proceso, representa una de las grandes hazañas tecnológicas del siglo XX. Aprovechada en forma de calor, la energía liberada hace hervir el agua, produciendo vapor que mueve las turbinas, convirtiéndose así en energía mecánica que genera electricidad. La energía nuclear proporciona actualmente el 20% de la generación total de electricidad en Estados Unidos y el 9,5% de la energía total consumida.
Según las estimaciones de 2015 de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, se espera que la producción de las centrales nucleares se mantenga estable hasta 2040. La capacidad nuclear podría disminuir hasta un 30% para 2035 a menos que se actualicen las plantas existentes, se amplíen las licencias o se construyan y operen nuevas plantas en un futuro muy cercano. Cuatro reactores fueron retirados del servicio en 2013 y uno entró en servicio en 2014, lo que deja un total de 60 plantas en funcionamiento comercial (con 100 reactores) en 30 estados a partir de 2015. Pero de ellos, 72 reactores recibieron renovaciones de licencia que permiten un funcionamiento más prolongado. Y en 2015 se estaban construyendo cuatro nuevas centrales y la Comisión Reguladora Nuclear estaba examinando propuestas para otras ocho.
Ventajas de la energía nuclear
La fisión nuclear produce energía a través de la división de átomos, lo que libera energía térmica que puede generar vapor y luego utilizarse para hacer girar una turbina y producir electricidad.2 Todas las centrales nucleares actuales utilizan la fisión para generar electricidad. El combustible más utilizado para la fisión es el uranio, aunque pueden utilizarse otros elementos como el plutonio o el torio.
La fusión nuclear es una reacción nuclear en la que dos o más núcleos atómicos chocan a una velocidad muy alta y se unen para formar un nuevo tipo de núcleo atómico. Durante este proceso, la materia no se conserva porque parte de la materia de los núcleos en fusión se convierte en fotones, lo que produce energía utilizable. Este proceso es el que permite al sol y a las estrellas emitir energía. La energía de fusión ofrece la perspectiva de una fuente de energía casi inagotable para las generaciones futuras; sin embargo, crear las condiciones para la fusión nuclear supone un reto científico y de ingeniería potencialmente insuperable3. Un experimento reciente ha demostrado que la fusión nuclear puede lograrse, pero todavía no se ha demostrado con éxito a escala comercial.