Pros y contras de la medicina nuclear
Aunque los científicos sólo conocen la radiación desde la década de 1890, han desarrollado una gran variedad de usos para esta fuerza natural. Hoy en día, la radiación se utiliza en la medicina, el mundo académico y la industria, así como para generar electricidad, en beneficio de la humanidad. Además, la radiación tiene aplicaciones útiles en ámbitos como la agricultura, la arqueología (datación por carbono), la exploración espacial, la aplicación de la ley, la geología (incluida la minería) y muchos otros. Para más información, consulte los siguientes temas de esta página:
Los hospitales, los médicos y los dentistas utilizan diversos materiales y procedimientos nucleares para diagnosticar, controlar y tratar una gran variedad de procesos metabólicos y afecciones médicas en los seres humanos. De hecho, se han administrado radiografías de diagnóstico o radioterapia a unos 7 de cada 10 estadounidenses. Como resultado, los procedimientos médicos que utilizan la radiación han salvado miles de vidas mediante la detección y el tratamiento de afecciones que van desde el hipertiroidismo hasta el cáncer de huesos.
El más común de estos procedimientos médicos implica el uso de rayos X, un tipo de radiación que puede atravesar nuestra piel. Cuando se hacen radiografías, nuestros huesos y otras estructuras proyectan sombras porque son más densas que nuestra piel, y esas sombras pueden detectarse en la película fotográfica. El efecto es similar a colocar un lápiz detrás de un papel y sostener el lápiz y el papel frente a una luz. La sombra del lápiz se revela porque la mayor parte de la luz tiene suficiente energía para atravesar el papel, pero el lápiz más denso detiene toda la luz. La diferencia es que los rayos X son invisibles, por lo que necesitamos una película fotográfica para “verlos” por nosotros. Esto permite a los médicos y dentistas detectar huesos rotos y problemas dentales.
Revista de medicina nuclear
Los procedimientos de medicina nuclear ayudan a detectar y tratar enfermedades utilizando una pequeña cantidad de material radiactivo, llamado radiofármaco. Algunos radiofármacos se utilizan con equipos de imagen para detectar enfermedades. Los radiofármacos también pueden colocarse dentro del cuerpo cerca de un tumor canceroso para reducirlo o destruirlo.
La tomografía por emisión de positrones (PET) es un ejemplo de procedimiento de medicina nuclear utilizado para diagnosticar enfermedades. Una PET utiliza una sustancia radiactiva que se introduce en el torrente sanguíneo y se desplaza hasta un órgano concreto. Los médicos utilizan una cámara especial para observar el movimiento del trazador. La cámara envía información a un ordenador, que toma imágenes a medida que el trazador se desplaza por el órgano. Los médicos utilizan las imágenes para detectar problemas en el órgano.
Los radiofármacos también se utilizan para tratar enfermedades reduciendo el tamaño de los tumores y eliminando las células cancerosas. Durante un procedimiento de braquiterapia, los médicos colocan quirúrgicamente pequeñas “semillas” radiactivas cerca o dentro de un tumor canceroso. La radiación de las semillas ayuda a destruir las células cancerosas cercanas.
Usos de la radiación
La medicina nuclear utiliza pequeñas cantidades de sustancias radiactivas para el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de muchas enfermedades, como el cáncer, el riñón, la tiroides y las enfermedades cardiovasculares. (Foto: OIEA)
¿Sabía que la ciencia y la tecnología nucleares desempeñan un papel importante en la mejora de la salud humana? Esta relación tiene una larga historia, que se remonta al descubrimiento de los rayos X a finales del siglo XIX. Hoy en día, las técnicas nucleares son aún más diversas y pueden abordar más problemas de salud, desde ayudar a mantenernos sanos hasta tratar enfermedades.
Por ejemplo, las técnicas nucleares pueden prevenir la propagación de enfermedades infecciosas ayudando a rastrear las enfermedades animales antes de que se transmitan a los seres humanos. Los científicos han utilizado técnicas de origen nuclear para detectar nuevas cepas de gripe aviar en Asia, y emplean técnicas isotópicas para rastrear el movimiento de animales portadores de enfermedades, de modo que éstas puedan contenerse antes de que se produzca un brote en el ser humano. La transmisión de enfermedades transmitidas por insectos, como el virus del Zika, también puede reducirse mediante el uso de la radiación para esterilizar a los mosquitos macho y disminuir su población.
La radiactividad en la medicina
La física nuclear es una parte integral de nuestra vida cotidiana ((Figura)). Los compuestos radiactivos se utilizan para identificar el cáncer, estudiar artefactos antiguos y alimentar nuestras ciudades. La fusión nuclear también impulsa al Sol, la principal fuente de energía de la Tierra. Este capítulo se centra en la radiación nuclear. En esta sección, nos planteamos preguntas como: ¿Cómo se utiliza la radiación nuclear en beneficio de la sociedad? ¿Cuáles son sus riesgos para la salud? ¿A qué cantidad de radiación nuclear se expone una persona media a lo largo de su vida?
La Dra. Tori Randall, conservadora del Museo del Hombre de San Diego, utiliza la radiación nuclear para estudiar una momia infantil peruana de hace 500 años. El origen de esta radiación es la transformación de un núcleo en otro. (Crédito: Samantha A. Lewis, U.S. Navy)
El uso médico de la radiación nuclear es bastante común en los hospitales y clínicas actuales. Uno de los usos más importantes de la radiación nuclear es la localización y el estudio de tejidos enfermos. Esta aplicación requiere un medicamento especial llamado radiofármaco. Un radiofármaco contiene un isótopo radiactivo inestable. Cuando el fármaco entra en el cuerpo, tiende a concentrarse en las regiones inflamadas del cuerpo. (Recordemos que la interacción del fármaco con el cuerpo no depende de que un núcleo determinado sea sustituido por uno de sus isótopos, ya que esta interacción viene determinada por interacciones químicas). Los detectores de radiación utilizados fuera del cuerpo utilizan la radiación nuclear de los radioisótopos para localizar el tejido enfermo. Los radiofármacos se denominan etiquetas radiactivas porque permiten a los médicos seguir el movimiento de los medicamentos en el cuerpo. Las etiquetas radiactivas sirven para muchos fines, como la identificación de células cancerosas en los huesos, tumores cerebrales y la enfermedad de Alzheimer ((Figura)). Las etiquetas radiactivas también se utilizan para controlar el funcionamiento de los órganos del cuerpo, como el flujo sanguíneo, la actividad del músculo cardíaco y la captación de yodo en la glándula tiroides.