Energía solar
En este gráfico interactivo vemos la proporción del consumo de energía primaria que procede de tecnologías renovables: la combinación de energía hidroeléctrica, solar, eólica, geotérmica, de las olas, de las mareas y de los biocombustibles modernos [no se incluye la biomasa tradicional, que puede ser una importante fuente de energía en entornos de bajos ingresos].
Hay que tener en cuenta que estos datos se basan en la energía primaria calculada por el “método de sustitución”, que intenta corregir las ineficiencias de la producción de combustibles fósiles. Para ello, convierte las fuentes de energía no fósiles en sus “equivalentes de entrada”: la cantidad de energía primaria que se necesitaría para producir la misma cantidad de energía si procediera de los combustibles fósiles. Aquí examinamos este ajuste con más detalle.
Obsérvese que se basa en la cuota de las energías renovables en la combinación energética. El consumo de energía representa la suma de la electricidad, el transporte y la calefacción. Más adelante veremos la combinación de electricidad.
El primer gráfico lo muestra como un gráfico de áreas apiladas, lo que nos permite ver más fácilmente el desglose de la combinación de renovables y la contribución relativa de cada una. El segundo gráfico se muestra como un gráfico de líneas, lo que nos permite ver más claramente cómo cambia cada fuente a lo largo del tiempo.
Energía hidroeléctrica
El término “recursos renovables” puede ser lanzado y utilizado incorrectamente para describir muchos tipos de sistemas energéticos, pero la definición más básica es que se trata de energía creada con recursos naturales que son completamente inagotables.
La energía renovable adopta diversas formas, entre ellas uno de los ejemplos más conocidos: la energía solar. Es la energía que se obtiene del sol, cuya energía no se agotará en nuestra vida. En cambio, una fuente de energía no renovable, como el petróleo, tarda millones de años en formarse y, una vez extraído, no tendremos más durante millones de años.
El uso de las energías renovables aumenta año tras año a medida que el mundo sigue dándose cuenta de sus beneficios para combatir el calentamiento global. Además, el coste de los recursos renovables sigue disminuyendo, lo que hace que sea más factible ahora que nunca.
La mayoría de las opciones mencionadas son poco prácticas para los hogares, pero pueden utilizarse con éxito en empresas de servicios públicos y otras operaciones a gran escala. Por ejemplo, es más práctico alimentar tu casa con paneles solares que con un aerogenerador, mientras que un parque eólico es una buena forma de llevar energía a todo un barrio.
Energías renovables y no renovables
La energía renovable es la energía procedente de fuentes que se reponen de forma natural pero con un flujo limitado; los recursos renovables son prácticamente inagotables en cuanto a su duración pero limitados en cuanto a la cantidad de energía disponible por unidad de tiempo.
Hasta mediados del siglo XIX, la madera era la fuente de casi todas las necesidades energéticas del país para la calefacción, la cocina y la iluminación. Desde finales del siglo XIX hasta hoy, los combustibles fósiles -carbón, petróleo y gas natural- han sido las principales fuentes de energía. La energía hidráulica y la madera fueron los recursos energéticos renovables más utilizados hasta la década de 1990. Desde entonces, las cantidades de consumo de energía de Estados Unidos procedentes de biocombustibles, energía geotérmica, energía solar y energía eólica han aumentado. La producción y el consumo totales de energía renovable en Estados Unidos alcanzaron máximos históricos en 2021.
En 2021, las energías renovables proporcionaron unos 12,16 cuatrillones de unidades térmicas británicas (Btu)-el cuatrillón es el número 1 seguido de 15 ceros-equivalentes al 12% del consumo total de energía de Estados Unidos. El sector de la energía eléctrica representó alrededor del 59% del consumo total de energía renovable de Estados Unidos en 2021, y alrededor del 20% de la generación total de electricidad de Estados Unidos procedió de fuentes de energía renovables.
Energía eólica
La tecnología para utilizar las fuerzas de la naturaleza para realizar trabajos que satisfagan las necesidades humanas es tan antigua como el primer barco de vela. Pero la atención se desvió de las fuentes renovables a medida que la revolución industrial avanzaba sobre la base de la energía concentrada encerrada en los combustibles fósiles. A ello se sumó el creciente uso de la electricidad reticulada basada en los combustibles fósiles y la importancia de las fuentes de energía portátiles de alta densidad para el transporte: la era del petróleo.
A medida que aumentaba la demanda de electricidad, con un suministro que dependía en gran medida de los combustibles fósiles, más algo de energía hidráulica y luego de energía nuclear, surgió la preocupación por las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que contribuían al posible calentamiento global. La atención volvió a centrarse en las enormes fuentes de energía que surgen a nuestro alrededor en la naturaleza: el sol, el viento y los mares en particular. Nunca se dudó de la magnitud de éstas, el reto fue siempre aprovecharlas para satisfacer la demanda de electricidad fiable y asequible.
Hoy en día, muchos países están muy avanzados en el cumplimiento de ese reto, al tiempo que prueban los límites prácticos de hacerlo a partir de la energía eólica y solar (energía renovable variable, ERV). La naturaleza relativamente diluida de la energía eólica y solar hace que su aprovechamiento sea muy intensivo en materiales, muchas veces más que el de las fuentes de energía densas.