Fuentes geotérmicas
La humanidad aprovechó el enorme potencial de crecimiento de la energía, por primera vez, durante la revolución industrial occidental de los siglos XVIII y XIX. Los combustibles fósiles -el carbón, en particular- se utilizaron para alimentar los motores en constante desarrollo y, más tarde, para generar electricidad. Avancemos hasta mediados del siglo XX. A pesar de los innumerables beneficios de los combustibles fósiles, su impacto medioambiental empezó a hacerse notar.
Sólo a finales del siglo XX, cuando las crisis energéticas de 1973 y 1979 demostraron hasta qué punto la humanidad había llegado a depender de los combustibles fósiles, el movimiento ecologista alcanzó escala mundial. En el siglo XXI, la humanidad encontraría por fin una alternativa más limpia: las energías renovables (por ejemplo, la energía solar, la energía eólica, la energía geotérmica, la biomasa y la energía hidráulica).
La seguridad energética se ha convertido en un criterio obligatorio para evaluar la sostenibilidad de un país. Ante la preocupación por el cambio climático, los residuos y la seguridad de las generaciones futuras, se nos ha encomendado la tarea de encontrar recursos energéticos que puedan abastecer las crecientes necesidades del mundo (sin dañar el medio ambiente). Uno de esos recursos es la energía geotérmica.
Ejemplo de energía hidroeléctrica
La energía geotérmica es una fuente de energía sostenible y renovable que todavía está muy poco explotada. Como recurso respetuoso con el medio ambiente, tiene el potencial de satisfacer la demanda de calefacción, refrigeración y electricidad en el futuro.
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La energía geotérmica es más respetuosa con el medio ambiente que las fuentes de combustible convencionales, como el carbón y otros combustibles fósiles. Además, la huella de carbono de una central geotérmica es baja. Aunque existe cierta contaminación asociada a la energía geotérmica, ésta es relativamente mínima en comparación con los combustibles fósiles.
La energía geotérmica es una fuente de energía renovable que durará hasta que la Tierra sea destruida por el sol dentro de unos 5.000 millones de años. Los depósitos calientes de la Tierra se reponen de forma natural, por lo que es renovable y sostenible.
Ejemplo de central geotérmica
Central geotérmica de Krafla en Islandia (Crédito: Ásgeir Eggertsson/Wikipedia) La demanda de fuentes de generación de electricidad renovable sigue creciendo, y la energía geotérmica tiene el potencial de contribuir a una parte importante del mix energético mundial.
La disponibilidad constante y predecible de la energía geotérmica, junto con su coste relativamente bajo y su pequeña huella de carbono, la convierten en una atractiva fuente de energía para el futuro, como parte de la transición energética verde.
Con una capacidad instalada de 3.639MW en 2018, Estados Unidos es el principal productor de energía geotérmica en todo el mundo, produciendo 16.700 millones de kilovatios hora (kWh) de energía geotérmica a lo largo del año.
La electricidad generada por la energía geotérmica en el país representa alrededor del 13% de su suministro global, según la Asociación Geotérmica de Nueva Zelanda, una contribución significativa a la capacidad total de generación de energía del país.
Ejemplo de energía eólica
La energía geotérmica es la energía térmica de la corteza terrestre que se origina en la formación del planeta y en la desintegración radiactiva de materiales en proporciones actualmente inciertas[1] pero posiblemente iguales[2]. La alta temperatura y la presión en el interior de la Tierra hacen que algunas rocas se fundan y que el manto sólido se comporte de forma plástica. El resultado es que partes del manto convectan hacia arriba, ya que es más ligero que la roca circundante. Las temperaturas en el límite entre el núcleo y el manto pueden alcanzar más de 4000 °C[3].
La calefacción geotérmica, que utiliza el agua de las fuentes termales, por ejemplo, se ha utilizado para el baño desde el Paleolítico y para la calefacción de espacios desde la época romana. Más recientemente, la energía geotérmica, término utilizado para la generación de electricidad a partir de la energía geotérmica, ha ganado en importancia. Se calcula que los recursos geotérmicos de la Tierra son teóricamente más que suficientes para abastecer las necesidades energéticas de la humanidad, aunque actualmente sólo se explota de forma rentable una fracción muy pequeña, a menudo en zonas cercanas a los límites de las placas tectónicas.