Historia de la producción de energía
ResumenEl crecimiento de los factores fundamentales -el uso de la energía, la productividad económica y la población- puede proporcionar indicaciones cuantitativas de la frontera propuesta entre la época del Holoceno y el Antropoceno. El gasto energético del ser humano en el Antropoceno, ~22 zetajulios (ZJ), supera al de los 11.700 años anteriores del Holoceno (~14,6 ZJ), en gran medida por la combustión de combustibles fósiles. El efecto de calentamiento global durante el Antropoceno es más de un orden de magnitud aún mayor. La población humana mundial, su productividad y su consumo de energía, y la mayoría de los cambios que afectan al medio ambiente mundial, están altamente correlacionados. Este extraordinario estallido de consumo y productividad demuestra cómo el Sistema Tierra se ha apartado de su estado holoceno desde ~1950 EC, forzando cambios físicos, químicos y biológicos abruptos en el registro estratigráfico de la Tierra que pueden utilizarse para justificar la propuesta de nombrar una nueva época: el Antropoceno.
Los conjuntos de datos analizados durante el presente estudio se presentan en forma de tablas dentro del artículo principal o en el archivo de material en línea que lo acompaña, junto con las referencias de los datos originales a fuentes revisadas por pares, incluidos los enlaces web gubernamentales persistentes.
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Hoy en día, cuando pensamos en fuentes de energía, nos viene a la mente una mezcla variada: carbón, petróleo, gas, energía nuclear, hidroeléctrica, solar, eólica y biocombustibles. Pero un sistema energético diverso es un fenómeno muy reciente. Si nos remontamos a un par de siglos atrás, veremos que sólo dependíamos de una o dos fuentes de energía clave.
Hasta mediados del siglo XIX, la biomasa tradicional -la quema de combustibles sólidos como la madera, los residuos de las cosechas o el carbón vegetal- era la fuente de energía dominante en todo el mundo. Con la Revolución Industrial llegó el asombroso aumento del carbón. A finales del siglo XX, alrededor de la mitad de la energía mundial procedía del carbón y la otra mitad de la biomasa.
A lo largo del siglo XX, el mundo adoptó una gama más amplia de fuentes. Primero el petróleo, el gas y luego la energía hidroeléctrica. No fue hasta la década de 1960 cuando se añadió la energía nuclear a la mezcla. Las denominadas “energías renovables modernas” -la solar y la eólica- no se incorporaron hasta mucho más tarde, en la década de 1980. Se han necesitado muchas décadas -o incluso un siglo- para que una determinada fuente de energía se convierta en dominante. Si bien esto es cierto en el pasado, hay indicios de que esto está cambiando. Algunas transiciones energéticas recientes se han producido muy rápidamente. En el Reino Unido, por ejemplo, casi dos tercios de la electricidad procedían del carbón en 1990. En 2010, esta proporción se redujo a menos de un tercio. Y en la década siguiente se redujo a alrededor del 1%.
Consumo de energía por sectores
La madera (una fuente de energía renovable) fue la forma preeminente de energía hasta mediados o finales del siglo XIX, aunque los molinos de agua fueron importantes para algunos de los primeros crecimientos industriales. El carbón pasó a ser dominante a finales del siglo XIX antes de ser superado por los productos petrolíferos a mediados del siglo pasado, época en la que el uso del gas natural también aumentó rápidamente.
Desde mediados del siglo XX, el uso del carbón ha vuelto a aumentar (principalmente como fuente de energía primaria para la generación de energía eléctrica), y una nueva forma de energía -la energía eléctrica nuclear- ha hecho una contribución cada vez más significativa. Tras una pausa en los años 70, el uso del petróleo y el gas natural reanudó su crecimiento, y el patrón general de uso de la energía desde finales del siglo XX se ha mantenido bastante estable.
Historia del consumo de energía en el mundo
La contribución de este estudio radica en los tres aspectos siguientes. En primer lugar, según el conocimiento de los autores, se trata del estudio más completo realizado hasta ahora para investigar la evolución y la tendencia de la transición energética mundial mediante el uso del análisis de distribución. Se realizan análisis estocásticos de núcleos para el mundo con el fin de trazar una imagen completa y profunda de la evolución y la convergencia de la transición energética en el mundo. En segundo lugar, se realizan análisis de la dinámica de la distribución individualmente para cada uno de los tres mercados principales, a saber, el del carbón, el del petróleo y el del gas, con el fin de proporcionar un análisis completo sobre el mercado energético global en el mundo. Por último, este documento también ofrece una investigación en profundidad sobre el impacto de la renta en la dinámica de distribución de los países a nivel mundial. Los resultados fomentan una mejor comprensión de la dinámica de la transición energética en curso y proporcionan a los responsables políticos una referencia pertinente para la formulación de políticas energéticas pertinentes para paliar los impactos del cambio climático.